La verdad es revolucionaria

Por: Rogelio Manuel Díaz Moreno (especial para La Polémica Digital)

Nadie lo dude. La verdad es una fuerza viva, agitadora. Además de constituir la mejor manera de hacer la denuncia contra males y abusos, y de constituirse en la mejor propaganda para convocar a la lucha contra estos, porta un llamado a la vergüenza de cada ser humano, una invocación radical contra el acomodamiento y el facilismo.

La verdad es revolucionaria cuando se usa para denunciar cuantos abusos y expoliaciones cometen los poderosos contra los débiles; la coerción que ejercen las potencias industriales y militares contra las naciones que se debaten por alcanzar un mínimo de desarrollo social y económico, –vía chantaje comercial y financiero; los abusos que ejercen las corporaciones poderosas sobre los individuos, los pequeños negocios y el medio ambiente. La verdad es revolucionaria cuando permite reconocer, disimulados entre los signos de opulencia u opacados por los neones del consumismo, al desplazado agonizante; al sin hogar, desechable y desechado, que revela el precio de la insolidaria competencia a ultranza. Reconocer al enemigo y desnudar sus falacias es el primer paso para convocar a la lucha contra el mismo.

La verdad es revolucionaria cuando se ejerce como crítica oportuna y sirve para señalar los errores de los proyectos que buscan un mundo mejor. Reconocer las faltas es el primer paso para rectificarlas y liberar las naves de los vicios que lastran el avance.

El llamado y las críticas oportunas del segundo secretario del PCC, sirvieron para traer a colación los problemas de la tierra explotada con pésima eficiencia; el congreso de la UNEAC encaró deficiencias groseras en el sistema de educación que se comenzaron a enfrentar.

Lo que hace que ciertos sucesos sean noticia en Cuba, es su excepcionalidad. Los mismos sucesos en otras latitudes son rutina que no molesta a un periódico pueblerino. Porque lo que se busca construir aquí, es algo que pretende en última instancia liquidar las taras y defectos que se dejaron atrás con el otro sistema, con cuyo mismo destino eran consustanciales.

Reconocer la verdad, y reconocerla completa. La verdad es que en el estado ideal de las cosas, sin bloqueo, sin agresiones de la potencia empeñada en recuperarnos como neocolonia, hubiera hoy muchas más riquezas y bienestar a compartir. La verdad es que sin bloqueo y con todas esas riquezas, aún habría muchas personas presas de la corrupción, dispuestas al latrocinio, al atraco y la rapiña que les permitan alcanzar las metas de la más inescrupulosa codicia, dejando la estela inevitable de víctimas y dolor. Y en la situación de bloqueo, la amarga verdad revela que aún así hay personas que no dudan en robar de los hospitales comida, computadoras, y otros recursos de los que la sociedad, apretándose el cinturón, dedica a los más necesitados.

Cuando se roba una computadora de un hospital, puede que una secretaria se quede sin su juego de solitario, pero puede que un sofisticado equipamiento, que al país le costó millones, quede meses sin funcionar por falta de un costoso programa de control que se esfumó con el atraco. Cuando se le roba la comida a un enfermo, simplemente se demuestra que no se tienen entrañas, y eso no se justifican ni con mil bloqueos.

En todo caso, tanto en el estado ideal como en este real donde sí hay bloqueo, las situaciones de oprobio tienen causas y responsables, origen, agentes, víctimas, testigos impotentes y otros tolerantes. Y otros –ya veremos quiénes– tendremos el deber de comportarnos como revolucionarios. De no ocultar la verdad, con lo que se protegería indebidamente al malhechor. De analizarla objetivamente, sin histerias extremistas, pero tampoco con tibiezas indolentes. La mejor manera de asegurarse que los responsables enfrenten la justicia, es haciéndola pública.

La mejor manera de prever futuros problemas similares, es aireando las causas que le dieron origen al problema actual y haciendo públicas las medidas con que se intentará corregir el rumbo y evitar nuevos conflictos. La verdad, será siempre la mejor manera de defender la Revolución.

El accionar de cierto periodista extranjero ha llamado la atención. Quien ha llamado al bloqueo por su nombre; ha destacado el ridículo de llamar terrorista a la Isla más víctima del terrorismo; ha respetado como se merece el heroísmo de médicos consagrados a aliviar la desgracia, tanto en casa propia como en la ajena, también ha sentido el deber profesional de señalar con severidad la mancha y llamar la atención sobre lo dolorosamente que empaña el resto del resplandor. Su acción sería un ejemplo que ojalá otros colegas fueran capaces de seguir. Sin estar obligado a mostrar sentido de pertenencia, ha mostrado más carácter revolucionario diciendo en cada momento lo que considera pertinente. Puede equivocarse.

Pero tengo la seguridad: más se equivocan, más daño hacen a la Revolución, los que pretendan silenciar problemas, ocultar accidentes, sepultar grises quinquenios y fallos deplorables como si nunca hubieran ocurrido, como si sus víctimas y testigos pudieran olvidarlas tras una cortinita rosa de propaganda. Casi siempre estos tendrán algo que ganar con el silencio que da pie y conduce a la impunidad. Pero lo que ellos ganen, la Revolución lo pierde. A menos que los verdaderos revolucionarios logren hacer prevalecer la verdad.

19 Comments

  1. Solo la verdad es revolucionaria y además es lo único que nos permite ser libres, «independientemente de la sociedad donde vivamos». Es obvio que debemos hacer lo posible por señalar que sólo dando importancia a las cosas primordiales, los problemas secundarios podrán ser entendidos y resueltos. Los males sociales y económicos no podrán remediarse sin comprender que es lo que los causa. Para entenderlos y de tal modo efectuar un cambio fundamental, tenemos que empezar por comprendernos a nosotros mismos, causantes de esos males. Nosotros, individual y colectivamente, hemos engendrado el desorden, las luchas económicas y sociales. Solo nosotros somos responsables de todo eso; y es por ello que nosotros mismos, individual y quizá colectivamente, podremos establecer el orden y la claridad. Para actuar colectivamente, tenemos que empezar por la acción individual. Para obrar como agrupación, cada cual tiene que entender y alterar radicalmente dentro de sí mismo aquellas causas que engendran conflictos y constante dolor. Con ayuda de leyes podréis obtener determinados resultados benéficos; pero si no se altera lo que hay en el fondo de todos los males, es decir, las causas fundamentales de todo conflicto y antagonismo, la obra legislativa o cualquier tipo de revolución social, terminará por ser subvertida y cederá su lugar a un nuevo desorden. Las reformas meramente externas exigirán nuevas reformas, y por ese camino se llega a la opresión y a la violencia. El orden y la paz creadores y duraderos vendrán tan sólo si cada cual establece la paz y el orden dentro de sí mismo.
    Cada uno de nosotros, sea cual sea su posición, busca el propio engrandecimiento: es codicioso, sensual, obsesionado y violento. Si no pone término a eso dentro de sí mismo y por sí mismo, las reformas externas podrán, por cierto, dar buenos resultados superficiales; pero éstos, en un momento dado, serán anulados por hombres que andan constantemente en busca de fama, de posición, de poder. Para producir los cambios indispensables y fundamentales en el mundo externo, con sus guerras, rivalidades y tiranías es evidente que deberéis empezar por vosotros mismos, transformándoos profundamente. Me diréis que en esa forma llevará un tiempo enorme modificar el mundo. ¿Y qué hay con eso? ¿Acaso una revolución superficial, por rápida e implacable que sea, alterará el hecho íntimo? ¿Sacrificando el presente podrá crearse un mundo futuro de felicidad? ¿Empleando malos medios podrán lograrse buenos fines? Esto no se nos ha probado, a pesar de lo cual continuamos haciendo siempre lo mismo, ciegamente, irreflexivamente, con el resultado de que el mundo ha llegado a la más extrema destrucción, derramamiento de sangre y miseria. No es posible alcanzar la paz y el orden si no es por medios ordenados y pacíficos. ¿El propósito de las revoluciones meramente externas económicas y sociales, es acaso libertar al hombre ayudándole a pensar y sentir plenamente, a vivir de un modo completo? Los que quieren cambios rápidos, inmediatos, en el orden económico y social, también crean normas rígidas de conducta y de pensamiento. No aspiran a que se sepa “cómo pensar”; dictan “lo que hay que pensar”. ¿No es así? El cambio brusco defrauda, pues, su propio objetivo, y el hombre vuelve a ser juguete del medio ambiente. De manera que las revoluciones sociales que no nacen de la trasformación interna del individuo tienden a caer en el amoldamiento “del saber en que pensar”.
    La ignorancia, la mala voluntad y la concupiscencia, engendran dolor, y que si el hombre no se purifica, no elimina de su ser esos estorbos, inevitablemente produce conflictos, desorden y miseria. La ignorancia, es decir, la falta de conocimiento propio, es el mayor de los males. La ignorancia impide el recto pensar y pone el principal acento en cosas que son secundarias, con lo cual la vida se torna vacía, monótona, mera rutina mecánica de la que buscamos salida en diversas formas: arrojándonos al dogma, a la doctrina, a la especulación intelectual y a una serie de engañosos espejismos. “Nada de eso es revolucionario”. Pero si procuramos entender al mundo externo, alcanzaremos el mundo interior; y éste, cuando se lo busca acertadamente y se lo entiende de verdad, conduce a lo Realmente Revolucionario. Esta realización no es fruto de ninguna escapatoria, y sólo esta revolución traerá orden y paz al mundo.
    El mundo se ha sumido en el caos porque nosotros hemos perseguido valores falsos. Hemos dado importancia a lo terrenal, a la sensualidad, a la gloria y a la inmortalidad personal, cosas todas que engendran conflictos y dolor. El verdadero valor se halla en el recto pensar; y no hay recto pensar sin conocimiento propio. El conocimiento propio nos llega cuando adquirimos clara y alerta conciencia de nosotros mismos. Es verdad… ¡Solo la verdad es Revolucionaria y libre de cualquier dogma!

  2. Valido, pero tal vez un poco tarde. Muchas cosas se pudieron mejorar, otras evitar, solo requeria una rectificacion de los metodos usados, ahora es monumental el deterioro conque se enfrentan. Suerte,

  3. Eli:

    Muy interezante tu post. Nos pone a pensar.

    Si la verdad es revolucionaria, ¿que es entonces la censura a la verdad?.

    Si la verdad es revolucionaria, los que se esfuerzan en que se conozca la verdad tambien deber ser considerados revolucionarios.

    Y, usando la misma logica, los que censuran la verdad deben ser considerados contrarevolucionarios.

    Entonces, ¿como calificamos a los medios de informacion que ocultan la verdad, o la publican a medias. o no la publican del todo?.

    Da la impresion que hay un gran numero de revolucionarios que en realidad son contrarevolucionarios y un gran numero de contrarevolucionarios que son en realidad revolucionarios.

    Saludos.

  4. Muchos nacieron con el principio de que son «revolucionarios» y de ahi no hay quien los saque. Cuesta mucho reconocer que se ha vivido en la mentira por muchos anos. Duele mucho tener que admitir que se ha sido enganado y usado, que toda la vida se ha defendido a los que nos oprimen, pero es necesario. El termino oficialista «revolucionario» y su antonimo ya no tienen el mismo significado que antes, cuando «revolocionario» significaba revolucionario. Ahora solo significan oficialista o vice versa respectivamente. Dejen de hablar en estos terminos y utilicen la palabra que va, para evitar la demagogia. Creo que nuestra anfitriona es de los verdaderos revolucionarios, pero mientras se resista a abandonar ese principio conque ha vivido toda su vida no sera capaz de alcanzar una posicion politica firme y madura y seguira contradiciendose en cada post.
    Saludos y suerte.

  5. Eli, mis más sinceras felicitaciones! Salvo alguna pequeña divergencia, perfectamente natural, me identifico mucho con tus posts y con tu forma de pensar. Gracias por este espacio!

  6. La teoría, la creencia, la doctrina, le dan un tipo particular “de amoldamiento” intelectual al individuo, pues le unifican la mente en un punto de vista fijo, inamovible, esquemático. Pero eso no logra solucionarle al individuo sus problemas reales: los dilemas de su mundo psicológico egocéntrico, arrogante, codicioso, temeroso, vanidoso y violento, o sea, el miedo y todas las miserias humanas persisten, lo que demuestra que la doctrina no tiene la capacidad de ser capaces de trascender por sí misma dichas miserias. La doctrina, la ideología, la creencia, unifica el pensar individual y de un grupo de personas, pero esa misma unificación de pensamiento crea la confusión, el conflicto y la separación con aquellos que se encuentran unificados en un tipo de pensar diferente. Vivimos en un mundo ideado por el pensamiento, el cual ha logrado suplantar los hechos de la realidad por la ideación de la misma, lo que concluye con la discusión sobre las ideas que se tiene sobre los hechos y no sobre los hechos mismos. De modo que no usamos la mente para avocarnos a resolver problemas reales, tanto individuales como colectivos, sino que simplemente discutimos las interpretaciones intelectuales que tratan sobre los hechos, y es sobre ellas que enfocamos nuestra atención. ¿Cual es el hecho que determina quien es revolucionario y quien no lo es?
    Un abrazo

  7. Eli:

    Siguiendo la logica de tu post seria interezante definir que es ser revolucionario.

    ¿Es ser Socialista?. ¿Es ser Comunista?.

    ¿O es, simplemente, mostrar lealtad a los que hicieron la revolucion?.

    La doble moneda, los salarios de 50 centavos de dolar al dia, el alto costo de los productos de consumo basico, el dedicar los mejores lugares del pais al turismo extranjero, las limitaciones tecnologicas, la escazes, las colas, la diferencia abismal entre el salario y el costo de vida, nunca formaron parte del ideal revolucionario.

    Por eso es posible argumentar que la realidad de la vida es Cuba es «contrarevolucionaria» porque es contraria al proposito con que se hizo la revolucion.

    Y por la tanto se hace necesaria la restriccion a la informacion como un metodo desesperado que intenta separar el ideal revolucionario de su realidad. (o su verdad). Y que es, en si mismo, otro acto contrarevolucionario.

    Cuando la unica manera de mantener una revolucion es a travez de actos «contrarevolucionarios» el ideal revolucionario deja de existir en su forma practica.

    Y por ello, el ser revolucionario se convierte en un acto «contrarevolucionario».

    Saludos.

    Nota:
    Solo mi opinion. Una mas entre muchos millones y con todo respeto a los que piensan diferente.

  8. Pon un vaso en una mesa con gente sentada alrededor cada una ve una parte del vaso y cada una tiene su verdad. Ninguno miente pero ninguno ve la misma cosa que su vecino. Y seguro que van a pelear mucho tiempo para convencer el vecino que es el que se confunde.
    Muy pocos van a levantarse y dar la vuelta al vaso para darse una idea mas objetiva del vaso, para acercarse a la «verdad».
    Solo la verdad es revolucionaria, claro, en el sentido que la verdad es el resultado de un proceso diferente de la vista parcial del vaso que tiene cada persona sentada en la mesa.
    El que dice tener la verdad es un ignorante si no sale de los caminos clasicos del pensamiento, si no hace el camino intelectual necesario hasta el conocimiento.
    Comunista hasta la Muerte, la censura es solo la disculpa de los cobardes pa no hacer na, cuesta mucho levantarse de la mesa y dar la vuelta al vaso… Mucho ma facil quedarse sentado y creerse el unico teniendo LA verdad…

  9. Por qué los cubanos se empeñan tanto en culpar de todos los males al bloqueo..el bloqueo existe y ha golpeado a la sociedad cubana en muchos aspectos pero también tiene la culpa el bloqueo que la tierra no se cultive y en un país eminentemente agricola como Cuba una libra de tomates y zanahoria cueste más que lo que se gana en una jornada de trabajo?…que los campesinos reciban por parte del estado un pago miserable por su cosecha y da lugar a que la vendan en el mercado negro a los revendedores…que exista uan cadena d eimpagos entre agricultores y el estado y l aineficiencia dle transporte hace que lo que se cosechó ene l campo, no llegue fresco a la población…que las cabezas de ganado cada día sean menos por la ineficiencia del estado en administrar las granjas ganaderas..con tantos engaños y cifras de producción anual que son mentiras porque si no fuera verdad la escasez de la leche…porque se han ensayado tantas programas e inventos científicos de aumentar la producción de leche y vegetales…que solo fueron un fracaso…si hubieran tenido éxito no habría escasez o me equivoco?….tiene también la culpa el bloqueo que la educación de lo cual era orgullo de Cuba ya no lo es tanto donde los maestros casi tienen la misma edad de los alumnos, y apenas tienen los valores cívicos para inculcarle a los educandos, maestros y maestras que no van a las aulas con ropas adecuadas para impartir clases, donde la camaradería y confianza colinda con la falta de respeto,…que un médico o un ingeniero tenga que hacer otras labores extras para poder comprar los alimentos si los encuentra..a un precio 3 veces más que lo que gana en un día de trabajo…tambien tiene la culpa el bloqueo que los que dirijan las empresas no sean los más capaces sino los más «revolucionarios»….decir la verdad de la realidad cubana le molesta a muchos incluido el gobierno y la culpa de los males ha sido por no decir la verdad por no protestar a tiempo cuando no se ha estado conforme…pero se puede decir la verdad o ser revolucionario sin ser oprimido o llamado disidente o como en otra época el término «diversionista ideológico»…que tanto daño hizo a muchos jóvenes que solo querían oir la innegable buena música…se puede empezar el cambio desde nosotros mismos y el círculo más cercano sin ser malinterpretados e incluso juzgados…con peligro de perder la libertad civil…se podrá cambiar la esfera no productiva de la sociedad cubana con toda esa estructura de gobierno burocrática de tanto buróes del partido, municipales, provinciales etc..con toda su gente que no produce nada, y gana más que un obrero que si produce bienes y servicios..en realidad no veo como se va a cambiar todo eso sin antes dejar de echarle la culpa al bloqueo de todos los males…

  10. La verdad es revolucionaria, pero no absoluta.
    La verdadera verdad revolucionaria es el respeto a todas las verdades. Mi verdad, Elaine, no es igual a la tuya, pero no deja de ser mi verdad.

    En este post hablas de la verdad, y la tratas sencillamente como descripcion veridica de hechos, pero la verdad va mucho mas alla que eso.
    Cuando la verdadera verdad revolucionaria, la del respeto a todas las verdades, comience a imperar en la isla, la descripcion veridica de los hechos sera lo que primará y dejara de depender de la honestidad de los testigos, de su valentia, o de su caracter revolucionario. Solo el respeto a todas las verdades lleva a que al final salga a flote la verdad.
    Se entiende?

  11. HOLA HELAINE: Este es la única manera que tengo de comunicarme contigo y tengo la intención de hacerle una pregunta al señor Díaz Moreno por tu intermedio, “lo cual deseo no sea publicado en el blog”. Primeo que nada quisiera que le presentes mis respetos al señor Díaz Moreno, porque es elogiable encontrar un miembro de la oposición de izquierda cubana con la honestidad que tiene al no ser uno de “los que pretenden silenciar problemas, ocultar accidentes, sepultar grises quinquenios y fallos deplorables como si nunca hubieran ocurrido, como si sus víctimas y testigos pudieran olvidarlas tras una cortinita rosa de propaganda”. Para mi es respetable cualquier hombre que no se ciega voluntariamente y por conveniencias diversas, a la realidad tal cual ella es. Por esto le presento mis respetos.
    Mi interrogante nace porque creo que el asocia (como todo el mundo) que es sinónimo y lo mismo, La Verdad con lo verdadero. Desearía saber ¿si esto lo considera así?. Observa que lo verdadero es algo, pero la verdad no es algo tangente, fáctico, que este a la vista, que pueda ser analizada o armada por la mente, mientras que lo verdadero si puede ser analizado y armado por la mente, puesto que lo verdadero puede ser corrompido, cambiado o sustituido, cuando el pensamiento considera que puede transformar y manejar la sociedad o la naturaleza, pero la verdad es algo por si misma. Lo verdadero se asocia y es sinónimo de “la razón”, pero como sabrás todo el mundo tiene razón… y su razón; para vivir como vive, pensar lo que piensa, decir lo que dice y hacer lo que hace, pero no todo el mundo tiene la Verdad. Confundimos permanentemente (porque no lo cuestionamos) el dicho “tu verdad y mi verdad” dando por sentado que existen millones de verdades y lo correcto seria decir “tu razón y mi razón” porque existen tantas razones como seres humanos hay en el mundo y es obvio que la razón particular no tiene relación alguna con la verdad. Esta pregunta nace porque creo que su post debería haberse llamado “Lo Verdadero es Revolucionario” y no la verdad es revolucionaria, ¿Por qué? Porque el propone en parte del escrito la denuncia que debe ejercitar un revolucionario ante los abusos, robos e indolencias, pero ¿Cómo justificamos que La Verdad sea traidora, alcahueta? Es indiscutible que no existen traiciones ni alcahueterías buenas, de modo que ello solo se puede justificar cuando estamos defendiendo “lo que creemos verdadero” porque frente a la verdad no existe la “traición buena, honorable, justa, insigne ¿verdad? Pero si podemos justificar a la traición como buena cuando uno esta protegiendo una causa. Ahora bien, en caso que existiera la traición buena en elación a la verdad ¿Cuál seria dicha traición respetable por la Verdad? Una traición es una traición y denunciar a alguien… es traición, de modo que lo único que la puede justificar es cuando creo que estoy haciendo lo correcto para defender lo que considero verdadero, que se encuentra en mi punto de vista particular que tengo de mirar la sociedad, los problemas, la vida, etc.
    . En referencia a la expresión, solo la verdad es revolucionaria, debemos concordar (supongo) que ello es verdad en relación a la verdad misma, pero no en relación “a quien la posee”. Se puede discutir en el mundo de “lo verdadero” quien tiene argumentos “mas verdaderos” y quien es revolucionario o no lo es y cuales son las actitudes correctas y el comportamiento revolucionario que debe tener, pero no se puede discutir quien es el revolucionario que posee la verdad, porque indiscutiblemente ello seria solo arrogancia, egocentrismo e ignorancia. Un revolucionario puede expresar lo verdadero en sus argumentos, pero como todo argumento nace del análisis que realiza el contenido de la memoria, ese argumento puede ser rebatible, lo que demuestra la diferencia entre lo verdadero y la verdad, porque esta ultima no es rebatible ni esta sujeta a opinión alguna: como dijo alguien “la verdad es verdad por la verdad misma y no porque la aprueben o rechacen los Dioses”. La Verdad no es una opinión, un argumento, un poema, ni tampoco una teoría. Pero lo verdadero si es todo ello: opinión, teoría, argumento, poema, canción, etc. “Solo la verdad puede penetrar a lo verdadero y a la realidad, pero ni lo verdadero ni la realidad pueden penetrar la verdad”.
    Te envío saludos y mis disculpas por todas las molestias, cuestionamientos y por cualquier cosa que mis opiniones te hayan provocado… lo cual no es razón para que no siga opinando en tu blog.
    Un abrazo

  12. El Yuma dijo:

    Comunista hasta la Muerte, la censura es solo la disculpa de los cobardes pa no hacer na, cuesta mucho levantarse de la mesa y dar la vuelta al vaso… Mucho ma facil quedarse sentado y creerse el unico teniendo LA verdad…

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    Sin dudas el temor a enfretar la verdad puede llevar a la censura.

    Tambien el intento de engañar, ya sea por conviniencia, beneficio personal, o aun verguenza, entre otras muchas razones.

    Con relacion al post de Rogelio creo ayudaria si nos aclara su definicion de «revolucionario».

    La definicion academica es facil porque se puede buscar en el diccionario. La politica es mucho mas dificil.

    Por un tiempo mi definicion politica de un «revolucionario» fue: «alguien que sigue los principios del socialismo.»

    Sin embargo hoy encuentro mas correcta la definicion de «revolucionario» como: «alguien que apoya lo que hacen los que hicieron la revolucion, cualquiera cosa que sea.»

    Esperemos que Rogelio nos dedique un poquito de su valioso tiempo despues que nos ha hecho pensar tanto. Y que al menos nos aclare si su afirmacion de que: «la verdad es revolucionaria» lo hace usando la definicion academica o politica de «revolucionario».

    Saludos.

  13. Eli grandisimo Post, totalmente de acuerdo.
    Lo malo en todo proceso revolucionario es que hay muchos que pretenden ser «los más revolucionarios» y lo unico que quieren en realidad es ocultar sus miserias , inseguiridades o intereses ocultos. Igual que muchas veces esos mismos tildan de cotrarevolucionarios a los que discrepan, simplemente para conseguir favores o demostrar que son los más puros. El verdadero reovlucionario, a mi entender, no es el que más lo predica teniendo que demostrar que es «más fidelista que Fidel», sino el que todos los días dice y pone en práctica lo que piensa, luchando por superar los errores que se comenten-sin ocultarlos- y por construir un socialismo mejor.
    Un saludo y sigue así

  14. Pues yo no sé por qué hay que ponerle apellidos a la verdad, que debe ser sólo eso. Es como cuando nos dicen: «se le aplicó la justicia revolucionaria». Cuando usamos el término «revolucionario» para describir estos conceptos los estamos forzando para que se ajusten a un discurso que responda a intereses determinados. Y los términos pierden su significado real. Por tanto, par mi, la verdad no puede ser revolucionaria, sino sólo la verdad.

  15. Hola me quedo con la pregunta de Comun…….,
    que es ser Revolucionario en Cuba? que se entiende por Revolucion?…me gustaria leer lo que piensa el sr Rogelio.

  16. Deacuerdo con Napo.
    La clasificacion de la verdad asimilandola a un concepto politico no hace mas que quitarle objetividad a la verdad y enmarcarla en un determinado momento historico y nos lleva a una definicion obligada de que es «revolucionario»

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